Un mes, treinta días, o algunos menos, horas delante del PC, cientos de SMS, llamadas, decenas de aportaciones al foro de ACPASION, charlas con éstos y con los otros, amigos, conocidos y políticos, autocaravanistas convencidos y allegados con ganas de serlo, amalgama de ideas, instalaciones recién horneadas, campo, amanecer, churritos, migas y paella. Frío, calor y buenas maneras. Espirituosos, refrescos y cava de la tierra. Tierra poco conocida por gentes de más allá del río Guadiana, del río Tajo. Ríos de un país diverso, como diversa fue nuestra concentración. Todos con el mismo afán. Todos unidos por el autocaravanismo y las ganas de que Mérida, la antigua y monumental AVGVSTA EMERITA, pudiera tener una verdadera Area de Autocaravanas.
Cautos, siempre cautos, unidos por la amistad con emprendedores de casta. Hecha una simbiosis con un mismo fin: una concentración que derivo en reivindicación, una reivindicación que se complace en hacerse realidad a través de un apoyo que se hace efectivo en el diseño de un área de autocaravanas para nuestra ciudad.
Políticos que dejan de estar distantes del pueblo, que dejan que su sillón sea sólo un lugar donde descansar después de patear un parking en una noche fría y lluviosa para señalar un lugar idóneo para una área de autocaravanas.
Gracias Delegado de Turismo y Juventud.
Gracias a todos aquellos que, con su trabajo, permitieron que doscientas personas tuvieran un fin de semana memorable, un fin de semana que va a quedar en nuestra pequeña Historia como áquel en que conseguimos que Mérida figurara en todos los foros europeos de autocaravanismo y en todas las páginas web de áreas de autocaravanas.
Gracias a Jesús, que puso su granito de arena hablando con sus compañeros de la Policía Local. Gracias a Maria Jesús, que se convirtió en la voz de Radio Concentracion megáfono en ristre. Gracias a Fernando que hizo de embajador interterritorial, intercomunidades distantes que no distintas.
Gracias a nuestros amigos catalanes que nos enseñaron que alrededor del roncremat se puede hablar con todos y de todo y nos entendemos perfectamente.
Gracias a nuestros amigos andaluces que nos hicieron llorar de risa, como siempre, por cierto.
Gracias a todos aquéllos a los que hablamos de nuestro pequeño proyecto y colaboraron a que fuera grande y no precisamente sólo de tamaño.
Gracias a todas aquellas empresas y entidades colaboradoras que nos enseñaron la oportunidad de conocer sus productos, productos de nuestra tierra extremeña, cultivados y elaborados en nuestros campos y en nuestra industria.
Cautos, siempre cautos, unidos por la amistad con emprendedores de casta. Hecha una simbiosis con un mismo fin: una concentración que derivo en reivindicación, una reivindicación que se complace en hacerse realidad a través de un apoyo que se hace efectivo en el diseño de un área de autocaravanas para nuestra ciudad.
Políticos que dejan de estar distantes del pueblo, que dejan que su sillón sea sólo un lugar donde descansar después de patear un parking en una noche fría y lluviosa para señalar un lugar idóneo para una área de autocaravanas.
Gracias Delegado de Turismo y Juventud.
Gracias a todos aquellos que, con su trabajo, permitieron que doscientas personas tuvieran un fin de semana memorable, un fin de semana que va a quedar en nuestra pequeña Historia como áquel en que conseguimos que Mérida figurara en todos los foros europeos de autocaravanismo y en todas las páginas web de áreas de autocaravanas.
Gracias a Jesús, que puso su granito de arena hablando con sus compañeros de la Policía Local. Gracias a Maria Jesús, que se convirtió en la voz de Radio Concentracion megáfono en ristre. Gracias a Fernando que hizo de embajador interterritorial, intercomunidades distantes que no distintas.
Gracias a nuestros amigos catalanes que nos enseñaron que alrededor del roncremat se puede hablar con todos y de todo y nos entendemos perfectamente.
Gracias a nuestros amigos andaluces que nos hicieron llorar de risa, como siempre, por cierto.
Gracias a todos aquéllos a los que hablamos de nuestro pequeño proyecto y colaboraron a que fuera grande y no precisamente sólo de tamaño.
Gracias a todas aquellas empresas y entidades colaboradoras que nos enseñaron la oportunidad de conocer sus productos, productos de nuestra tierra extremeña, cultivados y elaborados en nuestros campos y en nuestra industria.
Y por último, pero no los últimos, gracias a María Luisa y a Adolfo, porque si no llega a ser por ellos, no lo hubiéramos podido llevar a cabo con tanta tranquilidad y sosiego.
Gracias a todos.
Maite y Félix
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