domingo, 1 de junio de 2008

Al Arco de Cáparra

Aunque el viaje no fue realmente preparado para ver el lugar del título, sino para ver escalar a nuestra merecida y premiada Campeona de Extremadura de Escalada indoor juvenil, Lucía B.O., hija nuestra, en la ciudad deportiva de Plasencia, una vez terminado el evento, nos pusimos como meta descubrir el emplazamiento de Cáparra, ciudad romana, a unos diez kilómetros al noroeste de Villar de Plasencia, dirección a Guijo de Granadilla.

Desde Villar de Plasencia se llega relativamente bien por una carretera estrecha, pero no peligrosa.
El Centro de Interpretación de la ciudad romana de Cáparra tiene horario de apertura de mañana y tarde, cerrándose la verja principal cuando no está abierto el Centro, por tanto, imposible pasar la noche en su interior. Nosotros la pasamos en la puerta de entrada con espacio justo para nuestra AC.

La noche fue muy tranquila, a pesar de que estábamos casi sobre la carretera. Apenas pasaron dos coches en toda la noche.

El sabor de estar en plena Naturaleza nos llenó todos los sentidos. Las aves nocturnas con sus gritos nos acompañaron conforme la luz crepuscular fue cayendo. No pudimos observar las estrellas, pues las nubes no nos dejaron nada más que vislumbrarlas entre los nubarrones que iban y venían. Alguna mareilla cayó, cosa que nos hizo gozar aún más de aquel momento privilegiado.

Es curioso como el ser humano urbanita no conoce ni una décima parte de los sonidos que la Naturaleza nos regala y esta noche nos la premió con multitud de ellos. Bastaba con prestar un poco de atención para reconocer algunos, como el croar de las ranas o el silbido de los mochuelos o ulular de los búhos.
A la mañana siguiente, en un paseo después de un opíparo desayuno, descubrí el lugar de donde procedía el croar de cientos de ranas, una pequeña charca en las lindes de Cáparra.

Nos ha gustado mucho, pues la mezcla entre Naturaleza e Historia, siempre nos ha dejado atónitos.

Una recepcionista nos saludó nada más llegar. La verdad es que no le quedaba más remedio, a poco que hubiera sido algo educada, pues estábamos tapando la entrada.

Muy amable nos instó que viéramos primero una proyección referente a la ciudad de Cáparra, donde una recreación virtual nos enseñó la ciudad como tuvo que ser hace poco menos de 2000 años. Una vez terminada la proyección, pasamos a ver la exposición con láminas murales y algunos objetos encontrados en las excavaciones, además de una maqueta , representación de la ciudad en su apogeo.

Terminado este recorrido interior, pasamos a la ver los vestigios encontrados de la ciudad, entre los que destacan sobremanera el famoso Arco tetrapilo de Cáparra, donación a la ciudad de un vecino rico de la época. Justo el Arco es el punto central de una cruz que formaban el Cardo Maximo y la Decumanus, vía que atravesaba la ciudad y por la que transcurría la famosa Vía de la Plata.
Vestigios del Foro de la ciudad y sus termas destacan sobre el resto de las ruinas.

Un sitio verdaderamente recomendable a pesar de lo recóndito del lugar.

Terminada la visita que duró alrededor de una hora, seguimos la estrecha carretera dirección a Guijo de Granadilla. En un cruce que encontramos más adelante, nos desviamos hacia el Embalse de Gabriel y Galán, por una estrecha y maltrecha carretera. Gracias a Dios sólo fueron algunos kilómetros hasta alcanzar la EX 205 que nos llevaría si la hubiéramos seguido hasta Villanueva de la Sierra, si nos hubiéramos dirigido hacia el oeste o hacia Zarza de Granadilla, La Granja y la A66, hacia el este, cosa que hicimos, aunque antes de ello nos acercamos hasta el embalse que estaba allí mismo.

"... Las tierras fueron expropiadas por orden del Consejo de Ministros en 1955 y los últimos habitantes de Granadilla, abandonaron el pueblo en 1965, este pueblo es digno de visitar, a media hora del Guijo de Granadilla, todavía hoy siguen haciéndolo sus antiguos moradores buscando sus raíces ..."

Buena carretera la EX 205 que nos llevó hasta La Granja donde hicimos de turistas. Una estupenda ruta nos llevaría en otro momento hasta Granadilla, pues nos recreamos con el mapa informativo y los 32 kilómetros de recorrido. Será otro día, por qué no.

Una vez que almorzamos las viandas que siempre nos acompañan para ese "por si acaso" que siempre se suele dar y tras una reparadora siesta, pusimos la AC en dirección sur. Ciento ochenta y tanto kilómetros nos separaban de casa.

Regresamos sanos y salvos con un finde más disfrutando de nuestra afición; eso sí, el combustible quiere hacernos desistir de ello, ¡a 1,29 € el litro!. Nos resistiremos todo lo que podamos, pero nos lo están poniendo difícil.

Foto: http://www.guijodegranadilla.com/images/foto_caparra_aerea%20(3).jpg

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