viernes, 21 de marzo de 2008

Por Portugal, país vecino

Recorrer Portugal es una de nuestras atracciones favoritas cuando tenemos unos días de relax. A veces tengo emociones dispares cuando piso este país. Me da la sensación de que existe un cierto desdén institucional con relación a las carreteras.
Viajando por el sur, el Algarve, las carreteras pasan de una autovía con mucho tráfico, pero con un buen trazado a carreteras en un estado pésimo, aunue, la verdad sea dicha, son de poco recorrido y se puede "sufrir" durante poco tiempo, es decir, la autovía como nexo de unión es más que aceptable y las pequeñas salidas de éstas hacia la playa suelen ser de unos pocos minutos.
Si viajamos por el Alentejo, ya sea Atlántico o Interior, el asunto cambia a peor, a bastante peor. Sólo una autopista de peaje (A2), bastante cara, por cierto, salva algo este desaguisado de comunicación terrestre portuguesa. pues recorre la parte sur de Portugal desde la A6 en sentido norte-sur-norte como columna vertebral de esta depauperada, en cuanto a carreteras se entiende, región alentejana. El circular por la costa atlántica es encomendarte a todos los santos que conozcas para no dejar, por ejemplo, algún elemento que vaya sobre el techo de la AC (antenas, chimeneas, sistemas de refrigeración, claraboyas, etc.), pues las ramas de los árboles sobrevuelan el asfalto estrecho y bacheado. Y no digamos el sufrimiento de los neumáticos. Es posible que en el sitio más insospechado te encuentres un agujero o dos o cientos, y si no hay, seguro que los badenes que balancean la AC de izquierda a derecha o de delante hacia atrás serán tu compañero de viaje, un viaje que recorre pueblos pequeños, encantadores, como anclados en años anteriores, con buenas gentes que recorren sus carreteras con medios de locomoción poco usuales ya en nuestros propios pueblos españoles, ejemplo, el típico carro tirado por un burrito, mulita o similar.
A pesar de todo, nuestros recuerdos nos afloran con una sonrisa de admiración y gratitud por estos lugares, por esas experiencias que hemos disfrutado y deseamos volver disfrutar.

Los alrededores de Lisboa están presididos por un montón de autopistas, todas de peaje, aunque el abigarramiento es notable, todo transcurre con cierta tranquilidad para estos lusitanos, pero no así para los foráneos, al menos para mí. Me sorprenden con que facilidad circulan, aparcan y se despreocupan de sus vehículos; eso sí, todavía no he visto ningún mal modo excesivamente estentóreo como suele ocurrir por esta España nuestra que en nada que te descuides te montan un "pollo de aqui no te menees".

Acabamos de llegar de los distritos de Oporto, Aveiro y Coimbra. Las carreteras por estas zonas son mejores, incluso las que se salen de los alrededores de los grandes núcleos urbanos, aunque siguen existiendo las autopistas de peaje, la sempiterna A1 por ejemplo, ya parecen florecer algunas autovías exentas de peaje (A29, A23, A25, A17, etc), pero que me parece que van a tener mal futuro, al menos, como autopistas sin peaje, ... quitan negocio a las arcas del Estado portugués.

En fin, seguiremos viajando a Portugal y por Portugal, aunque tengamos que buscar por todas los regiones de nuestro vecino país para llegar a sus larguísimas playas, a sus descomunales acantilados, a sus hemosos pueblos y ciudades mil y un vericueto para llegar lo antes posible a nuestro destino.

Saludos

FBP

1 comentario:

Autocaravanista dijo...

Pudeis conecer las áreas de servicio para autocaravanas en Portugal por la web - http://www.intercaravanas.com